sábado, 24 de diciembre de 2011

NO JUEGUES CON LANGOSTAS

NO JUEGUES CON LANGOSTAS


ATENCIÓN: LA SIGUIENTE HISTORIA PUEDE LLEGAR A SER MUY PERTURBADORA.

Una mañana alrededor de las 5 AM, Susan De Lucci de 22 años despertó en su casa de Kittery, Maine, con una dolorosa necesidad de orinar. Al principio pensó que tenía diarrea, excepto que se trataba de su orificio corporal equivocado. Se aproximó tambaleándose al baño y de su vagina salió el ruido más horrible y nauseabundo jamás oído.

Envuelta en un dolor paralizante, miss De Lucci continuó unos minutos, empujando y expulsando a chorros de su vagina una marea ardiente de inclasificable inmundicia. Mientras se retorcía del dolor, gritaba con desesperación. Lo que alertó a los vecinos que llamaran a la policía. Cuando la policía y los médicos llegaron al lugar, encontraron a la chica inconsciente, tumbada en el suelo del baño, sin nada encima excepto su bata de baño.

Chorreando desde la entrepierna se podía ver una corriente de jarabe amarronado. El médico decidió cambiarla en un lugar más ancho, así que agarró su pierna izquierda, cruzada sobre la otra pierna para enderezarla hacia afuera, ya que ella se encontraba tumbada retorcidamente.

Cuando él levanto su pierna izquierda, pretendiendo enderezar su cuerpo, expuso su vagina y en ese momento una criatura, no más grande de la extremidad de un dedo salió de sus órganos genitales y aterrizó en el suelo estallando en un húmedo sonido. Impresionado el médico miró fijamente a la criatura que reposaba ahora en los azulejos del cuarto de baño, recubiertar por una capa mucosa. Era un camarón minúsculo del fango que se retorcía con saltos, y a un lado, otro casi jadeando por agua. El médico horrorizado se inclinó hacia el inodoro mientras sentía como las naúseas lo envolvían.

Cuando puso su cara sobre el inodoro, la visión fue tan horrorosa que hasta el día de hoy no puede mirar un inodoro sin convulsionarse. La totalidad de la taza hervía con crías de camarón del fango marrones que se movían saltando y salpicando con ritmo furioso.

La muerte de Susan De Lucci fue el resultado de una combinación de impresión y traumatismo craneal. Cuando terminó, se levantó llena de dolor y miró dentro del inodoro lo que había hecho. La impresión fue tal, que se demayó y se cayó, rompiéndose la cabeza contra el baño y luego contra el suelo.

Dos noches antes de lo sucedido, había comprado en la pescadería una langosta viva. Mientras se encontraba en una bañera, insertó suavemente la cola de la criatura en su vagina para darse placer. En ése momento sostuvo un encendedor en la cara de la langosta lo que hacía que moviera su cola con movimientos más violentos y espasmódicos. Los médicos encontraron un video porno de contenido lésbico en el reproductor de DVD y la TV justo delante de la bañera.

La langosta fue encontrada en la basura de la cocina envuelta en una bolsa de papel. Se encontraron restos de ADN de De Lucci junto con pelos pùbicos junto con la cola de la langosta. El instestino y el colon de la langosta estaban llenos de huevos de camarón del fango.

Los especialista creen que la langosta los había comido previamente porque lo que se supone que la langosta excretó los huevos en la vagina de la chica cuando ésta la torturaba. Estos huevos son comunes en el agua de las pescaderías y son generalmente inofensivos ya que mueren al cocerse.

El camarón del fango de Maine tiene sólo dos días de gestación y ella estaba a solo cuatro días de su período. En ese punto de su ciclo menstrual, su matriz tenía el equilibrio  perfecto de PH para incubar al camarón de fango, versión más grande de los populares "Sea Monkeys", tan vendidos en los EE.UU. Durante la noche, los huevos comenzaron su ciclo y el camarón del fango empezó a doblar su tamaño cada 10 minutos.

Pueden imaginar el dolor interno que sintió al despertar esa mañana y dar a luz a 100 crías de camarón de fango?

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